miércoles, 11 de marzo de 2015

Segorbe y Caravaca de la Cruz hermanados fraternalmente por sus fiestas

El Salón de Exposiciones de la Casa de la Cultura de Caravaca de la Cruz (Murcia), ha acogido hoy a las nueve de la noche la ponencia sobre la “Entrada de Toros y Caballos de Segorbe”, programada dentro de la XXXIV Semana Cultural del Bando de los Caballos del Vino que comenzaron el pasado 7 de marzo y concluirán el próximo sábado 14 de marzo.

Ponencia que ha corrido a cargo del alcalde de Segorbe, Rafael Calvo y de la Concejala de Festejos Taurinos, Soledad Santamaría. Acto al que también han asistido los concejales del equipo de gobierno, Francisco Tortajada y María Luisa Bolumar.

A través de las explicaciones ilustradas por un vídeo de las fiestas taurinas de Segorbe y de la Entrada de Toros y Caballos, Calvo y Santamaría, han acercado a los caravaqueños la esencia de la fiesta, donde caballos y jinetes son los protagonistas de la misma.

Acto que ha culminado con el Hermanamiento Fraternal de ambos festejos, Los caballos del Vino y la Entrada de Toros y Caballos, en los que el nexo común son los caballos.

Los Caballos del Vino

Los Caballos del Vino es un festejo que tiene lugar en Caravaca de la Cruz (Murcia) España. Del 1 al 5 de mayo.

La fiesta comienza la madrugada del 1 de mayo con el lavado y el enjaezamiento del caballo en más de 40 lugares diferentes de la ciudad. Pocos espectadores, sólo los más vinculados a las peñas o familias tienen el privilegio de asistir a la ceremonia.

Después de éste ritual ancestral los Caballos del Vino irrumpen estrepitosa y anualmente en la primavera caravaqueña abriendo las puertas de la Fiesta Mayor que se dedica a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca, haciéndose con las calles de la ciudad con sus mantos bordados en seda y oro y la espectacular carrera de los caballos en la Cuesta del Castillo.

Un alarde de fantasía y simbolismo en el que se da culto a la fuerza, al valor y a la belleza de los sentidos. Como definió el escritor Don Pedro Ballester Lorca “la Fiesta de los Caballos del Vino es un festejo único, insólito y pasional”.

En la actualidad el festejo de los Caballos del vino tiene el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional y candidato a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Cada año la ciudad recibe 200.000 visitantes de todo el mundo dispuestos a vivir una fiesta única y difícil de describir.

Los orígenes de la fiesta se pierden en la nebulosa del tiempo fundiéndose entre la historia y la leyenda. Según la tradición popular, estando situada la fortaleza templaría de Caravaca por los moros granadinos, hacia 1250, y necesitando los moradores agua para abastecerse, ya que los aljibes estaban exhaustos, un grupo de valerosos caballeros templarios atravesaron el sitio musulmán, con el consiguiente riesgo que ello entrañaba.

Al no poder conseguir agua en el Campillo de los Caballeros, volvieron de nuevo en veloz y espectacular carrera a burlar el cerco enemigo para llevar el líquido al defensor del Castillo, y cargando vino a lomo de sus corceles, donde ya se guardaba, desde 1231, la Reliquia de la Santa Cruz.

Al llegar fueron recibidos con el consiguiente alborozo, ofreciendo y ataviando las mujeres a los mozos y a los caballos con ricos mantos bordados y ramilletes de flores, considerándolos, de esta forma, héroes y salvadores de la situación.

Desde la Edad Media, con más o menos esplendor, según las épocas, se viene celebrando anualmente la efeméride. Sin embargo es en el S. XVIII, en pleno Barroco, es cuando la fiesta comienza a configurarse como tal, y durante el Romanticismo Decimónico cuando alcanza la estructura lúdica que hoy tiene.











































No hay comentarios:

Publicar un comentario

Atención

Tribuna Popular no se responsabiliza de los comentarios que se realizan. Rogamos que los comentarios se hagan en cumplimiento de la norma y siempre sin ofender ni faltar al respeto y cuidando el vocabulario.
Nos reservamos el derecho de eliminar los comentarios que no se hagan siguiendo estas reglas, para evitar ofensas.