El Salón de Exposiciones de la Casa de la Cultura de
Caravaca de la Cruz (Murcia), ha acogido hoy a las nueve de la noche la
ponencia sobre la “Entrada de Toros y Caballos de Segorbe”, programada dentro
de la XXXIV Semana Cultural del Bando de los Caballos del Vino que comenzaron
el pasado 7 de marzo y concluirán el próximo sábado 14 de marzo.
Ponencia que ha corrido a cargo del alcalde de
Segorbe, Rafael Calvo y de la Concejala de Festejos Taurinos, Soledad
Santamaría. Acto al que también han asistido los concejales del equipo de
gobierno, Francisco Tortajada y María Luisa Bolumar.
A través de las explicaciones ilustradas por un vídeo de las fiestas taurinas de Segorbe y de la Entrada de Toros y Caballos,
Calvo y Santamaría, han acercado a los caravaqueños la esencia de la fiesta,
donde caballos y jinetes son los protagonistas de la misma.
Acto que ha culminado con el Hermanamiento Fraternal
de ambos festejos, Los caballos del Vino y la Entrada de Toros y Caballos, en
los que el nexo común son los caballos.
Los
Caballos del Vino
Los Caballos del Vino es un festejo que tiene lugar
en Caravaca de la Cruz (Murcia) España. Del 1 al 5 de mayo.
La fiesta comienza la madrugada del 1 de mayo con el
lavado y el enjaezamiento del caballo en más de 40 lugares diferentes de la
ciudad. Pocos espectadores, sólo los más vinculados a las peñas o familias
tienen el privilegio de asistir a la ceremonia.
Después de éste ritual ancestral los Caballos del
Vino irrumpen estrepitosa y anualmente en la primavera caravaqueña abriendo las
puertas de la Fiesta Mayor que se dedica a la Santísima y Vera Cruz de
Caravaca, haciéndose con las calles de la ciudad con sus mantos bordados en
seda y oro y la espectacular carrera de los caballos en la Cuesta del Castillo.
Un alarde de fantasía y simbolismo en el que se da
culto a la fuerza, al valor y a la belleza de los sentidos. Como definió el
escritor Don Pedro Ballester Lorca “la Fiesta de los Caballos del Vino es un
festejo único, insólito y pasional”.
En la actualidad el festejo de los Caballos del vino
tiene el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional y
candidato a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Cada año la ciudad recibe 200.000 visitantes de todo
el mundo dispuestos a vivir una fiesta única y difícil de describir.
Los orígenes de la fiesta se pierden en la nebulosa
del tiempo fundiéndose entre la historia y la leyenda. Según la tradición
popular, estando situada la fortaleza templaría de Caravaca por los moros
granadinos, hacia 1250, y necesitando los moradores agua para abastecerse, ya
que los aljibes estaban exhaustos, un grupo de valerosos caballeros templarios
atravesaron el sitio musulmán, con el consiguiente riesgo que ello entrañaba.
Al no poder conseguir agua en el Campillo de los
Caballeros, volvieron de nuevo en veloz y espectacular carrera a burlar el
cerco enemigo para llevar el líquido al defensor del Castillo, y cargando vino
a lomo de sus corceles, donde ya se guardaba, desde 1231, la Reliquia de la
Santa Cruz.
Al llegar fueron recibidos con el consiguiente
alborozo, ofreciendo y ataviando las mujeres a los mozos y a los caballos con
ricos mantos bordados y ramilletes de flores, considerándolos, de esta forma,
héroes y salvadores de la situación.
Desde la Edad Media, con más o menos esplendor,
según las épocas, se viene celebrando anualmente la efeméride. Sin embargo es
en el S. XVIII, en pleno Barroco, es cuando la fiesta comienza a configurarse
como tal, y durante el Romanticismo Decimónico cuando alcanza la estructura
lúdica que hoy tiene.
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