Hoy ha fallecido el que fue el primer Presidente del
gobierno de nuestra democracia, D. Adolfo Suarez González.
Estoy convencido de que muchas personas, periodistas, políticos, analistas, etc., se
desgranaran en alabar su gestión como timonel del tránsito entre una dictadura
militar a una democracia participativa y no les faltara ni razón ni justicia en
todas sus loas en reconocimiento a su labor.
Lamentablemente somos un país que valoramos el buen trabajo
de las personas cuando han muerto y Suarez no es una excepción. No tuvo
suficiente apoyo en su delicada y
decidida gestión para continuar con su labor.
Sufrió traiciones y deslealtades, vivió durante sus mandatos en medio
de constantes conspiraciones y un permanente
ruido de sables, para finalmente encontrarse en una soledad que le llevo el 29
de Enero de 1981 a presentar la dimisión
como Presidente del Gobierno.
El 31 de Julio de 1982 fundaba su nuevo partido el Centro
Democrático y Social, con el fin de que, como Ave Fénix, renacer de sus cenizas.
Fue en Marzo de 1983
cuando de la mano de Carlos Revilla, un medico madrileño que era el responsable
del área de Sanidad, me incorporo en el
equipo de sanidad del CDS y empiezo a trabajar en la elaboración del programa
sanitario del partido. En una de las reuniones a las que acudía, Carlos me
indico junto a otros componentes de la comisión de Sanidad que el Presidente
Suarez nos quería conocer y esa tarde en su despacho de la sede del partido en
Madrid lo conocí personalmente y pudimos charlar con él de nuestras ideas sobre
la Sanidad que queríamos llevar al programa.
Suarez se mostro muy dialogante y nos mando un mensaje claro
y rotundo “todos los españoles deben tener un acceso gratuito a una Sanidad
Pública y Universal”, palabras de un dirigente político con una visión de
centro, progresista y liberal donde la
justicia social debía ser el objetivo de nuestro programa ideológico.
Tuve la posibilidad en otras ocasiones de poder charlar y
entablar un diálogo fluido no solamente sobre asuntos sanitarios sino sobre
otros muchos, ya que a Suarez le interesaba mucho lo que acontecía a los
españoles y sobre todo a los jóvenes.
Si tuviese que definirlo, diría que era un político tenaz,
trabajador, valiente, honesto, muy
comprometido en conseguir que España saliese del aislamiento internacional al
que había estado sometido en la dictadura, sobre todo en aquellos difíciles
años en que de cada 3 jóvenes, 2 estaban en el paro, con una sociedad frustrada
por una crisis económica, muy parecida a la que estamos viviendo, en la que se
estaba destrozando lo mejor que tiene una nación que es su capital humano, con
una clase política rechazada de una forma implacable por los ciudadanos, por la
mala gestión de aquella crisis que estaban llevando los socialistas con Felipe
González como Presidente del Gobierno.
En Julio del año 1985, Adolfo Suarez visito Segorbe, tuvimos un acto
político en un salón de banquetes propiedad
de Perfecto Romero, en la Avda. Fray Luis Amigo. Allí acudieron además de
muchos compañeros, (que hoy continuamos juntos a través de la Asociación La Aldaba) trabajadores, mujeres,
jóvenes, etc. Muchos segorbinos que profesaban admiración y respeto por su
persona.
De Adolfo Suarez me quedan como rasgos de un buen gobernante
a imitar:
Respeto a la Constitución,
coherencia en las actitudes de gobierno y de las personas, tener una
meta por la que trabajar como gobernante, ser un político de Estado y defensor
de las Instituciones, utilizar el dialogo con los adversarios políticos que
defiendan el interés general de los ciudadanos, gobernar escuchando y estando
al lado del pueblo, estar atento a los cambios sociales para encauzarlos dentro
de la ley evitando la anarquía, no gobernar fuera de los cauces legales, hacer
frente a los poderes facticos que solo buscan su interés particular y cuando se
observe que no se cuenta con el apoyo preciso, o genere rechazo general y la
gente pierda su confianza en la gestión, ser honesto y buscar una retirada
digna antes que una permanencia tediosa.
Nuestra ciudad gracias a un acuerdo unánime del Pleno del
Ayuntamiento aprobó en la pasada legislatura dedicar una de las calles del S-1 a Adolfo Suarez González,
como reconocimiento a su labor política y como testimonio para las generaciones
que no lo conocieron, quedando vigente su figura para el futuro.
España y los españoles han perdido a unos de los mejores
referentes políticos de nuestra reciente historia y siempre será, para aquellos
que tuvimos la gran suerte de conocerlo, un modelo inolvidable al que
recurriremos siempre en nuestro quehacer diario en la vida política.
Descanse en Paz.
Rafael
Calvo Calpe
Alcalde
de Segorbe