Las elecciones catalanas habían despertado un
interés inusual ya que se producían por un adelanto electoral ya que el
Presidente, Artur Mas, pretendía obviamente mejorar sus resultados del año 2012, donde obtuvo 62 diputados.
Y, obtener la mayoría absoluta (68), con un claro mensaje de que quien apoyaba
a CIU implícitamente estaba por la independencia de Cataluña.