El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha admitido esta
tarde ante los partidos que han impulsado la consulta soberanista del 9 de
noviembre que la votación no puede celebrarse por falta de garantías legales y
les ha propuesto organizar un proceso de participación ciudadana para conocer
la opinión de los catalanes sobre el futuro político de Cataluña. Durante una
tensa reunión que comenzó a mediodía y que continuaba pasadas las nueve de la
noche, Mas reclamó el apoyo de CiU, Esquerra, Iniciativa y la CUP para
organizar este proceso alternativo. De momento no lo ha logrado.
El plan de Mas, que la Generalitat descartaba hace apenas
cuatro días, se basa en sacarle el máximo partido a los artículos que el
Tribunal Constitucional no suspendió de la ley catalana de consultas. Fuentes
de los partidos reunidos con el presidente catalán han explicado que el
objetivo sería celebrar lo que en la ley se denomina “proceso participativo”.
Esta alternativa disgusta profundamente a buena parte de los
partidos soberanistas que hasta ahora han apoyado al presidente catalán, pues
consideran que es un sucedáneo que no tendría ningún tipo de validez legal ante
los organismos internacionales. La falta de apoyo de los partidos ha obligado a
prolongar la reunión para evitar dar oficialmente por roto el consenso entre el
presidente y las cuatro formaciones.
Mas trasladó esta propuesta a los partidos durante una
reunión en el palacio de Pedralbes de Barcelona y que los partidos soberanistas
ven como la última oportunidad para salvar el 9-N.
La Generalitat intentó, sin éxito, que el encuentro fuera
discreto y alejado de los medios de comunicación. No fue así.
La tensión entre los partidos era evidente desde la mañana,
pues técnicamente la consulta del 9 de noviembre sobre la independencia ya no
puede realizarse, al menos tal y como se planteó inicialmente en el decreto de
convocatoria de la misma. La suspensión de este decreto por parte del Tribunal
Constitucional, así como de buena parte de la ley de consultas catalana, ha
impedido a la Generalitat completar el censo de electores en los plazos
establecidos, así como la organización de los locales de votación.
Los partidos llegaron a la reunión después de que el
Gobierno catalán y su entorno comenzara ya a cambiar el mensaje de los últimos
meses. En lugar de insistir en que la consulta del 9 de noviembre se celebrará
pase lo que pase, hoy ya no se daba nada por seguro. El consejero de Empresa,
Felip Puig intentó restar importancia a una eventual cancelación del 9-N
asegurando que si no se vota esa jornada “se hará en una fecha posterior”.
El presidente del Consejo de la Transición Nacional que
asesora a Artur Mas, Carles Viver-Pi i Sunyer, abogó por convocar unos comicios
anticipados e intentar darles un carácter de plebiscito sobre la independencia.
Según Viver estas elecciones “tienen la ventaja de ser un proceso dentro de la
legalidad y es muy difícil que lo prohíban. La convocatoria la hace el
presidente a través de un decreto, que no es impugnable, y los programas de los
partidos en principio tampoco son impugnables”, dijo. En una entrevista en
Catalunya Ràdio, Viver insistió en las ventajas de este tipo de elecciones a
partir de este momento. “El Parlament tenía un mandato para convocar una
votación. [Con las plebiscitarias] Sería un mandato nuevo, que es para hacer un
nuevo Estado”, añadió. En caso de vencer las fuerzas que lleven la
independencia en su programa, este jurista es partidario de preparar
“estructuras de Estado” para proclamar la independencia a medio plazo.
Desde hace años se viene sembrando en Cataluña, y hasta ahora sectores minoritarios en la Comunitat Valenciana, el viento del independentismo, y ya se sabe que quien siembra vientos recoge tempestades. La crisis económica ha favorecido que arrecie el viento. En el norte, ese viento independentista ya se ha asentando en Navarra. Desde Cataluña hay quien pretende hacer lo mismo en nuestra tierra pues el afán expansionista es inherente a los nacionalismos.
ResponderEliminarAquellos que no opinamos igual, quienes creemos que España es la suma de cada una de nuestras comunidades autónomas, de nuestros pueblos, de las personas que aquí habitamos sean de donde sean, debemos defender el sistema democrático que queremos para nuestra sociedad amparados en la Constitución. Esto nos afecta a todos los españoles, pero muy especialmente, a los valencianos. Si el Frente antisistema gobierna en la Comunitat Valenciana, dará paso el incendio del independentismo que ahora ya tenemos a las puertas. Ese nuevo «sistema» es al que nos quieren llevar los antisistema.