El actual estado de la opinión pública y la
creciente desafección por la política exige múltiples cambios, entre otros, la
reforma electoral y la reducción de políticos aforados. Que entre los problemas
de los españoles se encuentren la política Y los partidos, deben urgirnos a
aprobar cuanto antes reformas electorales de calado.
Son un acierto las distintas iniciativas de Rajoy,
Fabra y Moliner que se están haciendo para devolver el protagonismo de la
política a los ciudadanos.
La reducción de los aforamientos y del número de
diputados en Les Corts Valencianes, la elección directa de alcaldes y diputados
autonómicos, y la reciente propuesta de Javier Moliner de que los
castellonenses puedan elegir directamente a los representantes en la
Diputación, son una creciente demanda ciudadana que hay que abordar cuanto
antes.
Quienes vivimos la vocación pública no podemos
permanecer insensibles al creciente distanciamiento que los ciudadanos tienen
con la política, por eso estamos buscando fórmulas para acercar los políticos y
la política a los verdaderos protagonistas, los ciudadanos.
Por eso, aunque no tengamos obligación legal de
impulsar todas las reformas que estamos proponiendo desde el Partido Popular a
todos los niveles –nacional, autonómico y provincial-, estamos convencidos que
sí tenemos la obligación ética y moral de ocuparnos de las preocupaciones de
los ciudadanos y mejorar el sistema actual.
Una de las preocupaciones que marcó la hoja de ruta
del Presidente, Javier Moliner, cuando llegó a la Diputación fue la apertura de
la Diputación a la ciudadanía.
Por este motivo, la Diputación de Castellón es la
primera de España que tiene un capítulo dedicado en exclusiva a la trasparencia
en su reglamento orgánico. En el reglamento se indica que la Web de la
Institución debe publicar las nóminas y la declaración de bienes de los
diputados, además de las cuentas anuales de la Diputación con multitud de
información adicional.
Debemos cambiar las cosas y reaccionar a lo que nos
piden los ciudadanos: mayor participación y ejemplaridad. La política no puede
seguir siendo considerada como parte del problema, sino como lo que es, la
solución. Por ello, las medidas propuestas pretenden volver a reconciliar a la
política con el ciudadano y responder a los retos que nos plantea en la
actualidad nuestra Democracia.
La regeneración democrática y la apertura de las
instituciones son prioritarias en la agenda popular y vamos a intentar buscar
nuevas fórmulas que hagan que los ciudadanos se sientan parte fundamental del sistema
democrático y de las instituciones.
Miguel Barrachina
Secretario general del Partido Popular de Castellón
Me gusta mucho leer este tipo de discurso en un líder del PP(o de cualquier político), y conociéndote como te conozco sé que no lo dices de cara a la galería. Por eso creo que lo piensas sinceramente y que harás lo posible por llevarlo a la práctica.
ResponderEliminarCreo que de cuando uno lanza una idea debe de ser el primero en intentar llevarla a la práctica en su área de influencia y de acuerdo a sus posibilidades, y tú Miguel, debes de dar ejemplo en tu pueblo.
Palabras tuyas de este mensaje son “ejemplaridad “y “regeneración democrática”
Si quieres un consejo de un simpatizante al que le gusta palpar la opinión de la gente con la que se relaciona, aplica esta filosofía en las próximas elecciones en tu pueblo, y pon gente en las listas que sean ejemplares a la vista de los ciudadanos (ahora tenéis alguna persona que no son ejemplo de nada bueno). Y sobre todo aplica la regeneración democrática ya que independiente mente de cómo realicen su trabajo no se pueden eternizar en los cargos porque que esto, bajo mi humilde opinión, los deshumaniza, endiosa y pierden el sentido (en algunos casos) de la decencia.
Con el panorama político que tenemos hoy en día en Segorbe y con la baja calidad de la oposición a poco que apliques estas ideas movilizaras a una parte del electorado, vuestro, que no vota por desilusión y creo que no tendréis problemas de seguir con 8 concejales y si me apuras 9.
Completamente de acuerdo, Miguel.
ResponderEliminar