“Anticipación” es la palabra que mejor define la
actuación de la Diputación de Castellón en el necesario balance del ecuador de
legislatura.
En estos dos años de gobierno con Javier Moliner al
frente de la institución se ha producido la mayor transformación generacional
en la historia de la Diputación, una auténtica revolución administrativa,
anticipándonos a la reforma que hoy el Gobierno de España exige al resto de
administraciones.
Hemos mejorado todos los índices de eficiencia en la
gestión en tiempo récord:
1. La
deuda ha caído un 27% bajando de 140 millones de euros a 103 a final de este
año.
2. Redujimos
en un 28% el gasto corriente solo en el primer presupuesto ejecutado, el de
2012, de 16.6 a 12 millones de euros. Las 128 partidas de gasto corriente menos
necesario llegamos a reducirlas un 55%.
3. En
2013 se ha vuelto a bajar la retribución de los diputados, hasta en un 25% en
el caso del presidente, que ha vinculado su cobro a que lo hagan antes todos
los proveedores.
4. La
reducción de personal eventual, vehículos oficiales y seguridad son una
constante.
5. El
interés de demora abonado es cero ya que se ha reducido el periodo medio de
pago a 22 días, lo que supone el mejor dato a nivel nacional.
6. La
plantilla de personal se ha reducido en 77 empleados y se han disuelto dos de
los cuatro organismos autónomos y la única empresa existente.
Este esfuerzo, político y técnico, de anticipación,
con los sacrificios que comporta, nos ha permitido liberar 16 millones de euros
adicionales para dedicarlos a la ampliación de nuestra red de carreteras y
depuradoras, el abastecimiento de agua, el aprovechamiento de la masa forestal,
la eficiencia energética, la instalación de red wi-fi en todos los municipios, la
captación de turismo internacional, la celebración de eventos culturales y
deportivos que suponga la llegada de nuevos visitantes o la creación de
unidades rurales de respiro para enfermedades mentales.
Hemos buscado en estos dos años la excelencia
económica rediseñando una administración pública eficiente, y ello nos
permitirá ser fieles a nuestros compromisos con los ciudadanos de Castellón,
que verán ese esfuerzo traducido en inversiones productivas y empleo.
Esta revolución administrativa ha sido posible no
solo por el evidente liderazgo político de Javier Moliner, sino además por el
conjunto de la totalidad de diputados y por la indispensable implicación de
nuestros empleados que cada día, siendo menos, prestan más y mejores servicios.
Miguel Barrachina Ros
Economista y Vicepresidente de la Diputación de
Castellón
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