El Gobierno tiene que sanear 16.000 millones en
Sanidad, 62.000 en el sistema financiero o 20.000 en infraestructuras
Cuando Mariano Rajoy llegó al Palacio de la Moncloa
el pasado 21 de diciembre, después de jurar su cargo como presidente del
Gobierno, empezó a bucear en las cuentas que le había dejado como herencia su
antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero. La realidad, en algunos casos, distaba
mucho de lo que en el traspaso de poderes le habían contado y de la situación a
la que Rajoy creía que tenía que enfrentarse.
Siete meses después de conquistar la ansiada
Moncloa, las facturas que Zapatero dejó sin pagar se acumulan en el despacho de
Rajoy. Una situación «endiablada», como reconoce a ABC un miembro del Gobierno,
que sitúa a España al borde del rescate. La situación es tan difícil, que hasta
el propio expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tuvo que
admitir en una entrevista concedida a la cadena Al Jazeera que «sufriríamos
menos si hubiéramos ahorrado más y hubiéramos tomado menos dinero prestado del
exterior».
Aunque el presidente del Gobierno repite una y otra
vez que «las herencias se reciben sin derecho a inventario» también insiste que
los españoles tienen que saber la verdad de las cuentas del Estado. Unas
cuentas que se resumen en una deuda total de 997.000 millones de euros, el 92,1
% del PIB, de los que 800.000 millones corresponden a todas las
administraciones (central, autonómica y local). Ello obligará a destinar el año
que viene 38.000 millones a los intereses del dinero que se ha tenido que pedir
prestado al exterior.
Nueve mil millones más que este año. Si no se hubiera
gastado tanto en los ejercicios anteriores no se tendría que destinar tanto al
pago de los intereses, y no hubiera sido necesario tener que hacer tantos
recortes
Estas son algunas de las facturas que Zapatero dejó
sin pagar. En otras palabras, los pufos» que se ha encontrado el Gobierno del
PP:
1.- Pufo del déficit: 25.000 millones
El Gobierno de Zapatero se había comprometido con la
Unión Europea a finalizar 2011 con un déficit del 6%. Días después de llegar al
Gobierno, Rajoy se encontró que era del 8%, y a día de hoy ha terminado siendo
del 8,9. El presidente aseguró el 2 de abril ante el Comité Ejecutivo Nacional
del PP que el año pasado «gastamos 25.000 millones de euros más de aquellos que
nos habíamos comprometido con nuestros socios de la Unión Europea». Además, se
gastaron 90.000 millones de euros más de lo que ingresamos.
Al incumplirse el objetivo de déficit, hay que
ahorrar 18.000 millones de euros más de lo previsto. Esto se traduce en más
ajustes.
En este incumplimiento del déficit se sitúan gran
parte de los males, en forma de recortes, que acechan a España. Desde 2008 se
encuentra dentro de los países europeos en procedimiento de déficit excesivo y
la decisión del Ecofin de relajar las previsiones de déficit para 2012 (del
5,3% al 6,3), 2013 (del 3 al 4%) y llegar al 2014 con el 3%, está supeditada a
la subida del IVA, la reforma de las administraciones y los demás ajustes
aplicados por el Gobierno.
2.- Pufo financiero: 62.000 millones
De aquella afirmación de Zapatero en Nueva York en
septiembre de 2008 de que «tenemos uno de los sistemas financieros más solidos
de la comunidad internacional» a la petición de una ayuda financiera de hasta
100.000 millones de euros a la Unión Europea, solo distan cinco años. Aquel
«optimismo antropológico» del expresidente le impidió ver la realidad de un
sector que se desangraba y que, a día de hoy, y según los informes de los
expertos, necesitará, al menos, una inyección económica de 62.000 millones de
euros. Ha sido necesario nacionalizar Bankia, que necesitará unos 20.000
millones de euros para sanearse, a riesgo de que arrastrara en su quiebra la
credibilidad del sistema financiero; así como Novagalicia, CatalunyaCaixa y
Caja de Valencia.
El crédito concedido por el Banco Central Europeo
está condicionado a cierre de sucursales e incluso de los bancos que no sean
rentables.
3.- Pufo sanitario: 16.000 millones
La deuda que arrastra el sistema sanitario español
se eleva a los 16.000 millones de euros. Desde 2003, esta deuda ha crecido un
17 por ciento, pasando de 3.000 millones a los 16.000 que se deben en la
actualidad. Una hemorragia que no ha sido evitada y que ha puesto en peligro la
asistencia sanitaria gratuita. Uno de los mayores problemas del sistema es el
gasto farmacéutico. Algunos datos demuestran el escaso control que ha habido
sobre la dispensación de medicamentos. Se ha detectado que 200.000 personas,
sin ser pensionistas y estar en activo, tienen una tarjeta sanitaria.
La solución para poder equilibrar el sistema ha sido
la aplicación del copago farmacéutico y un mayor control de la asistencia
sanitaria a los inmigrantes sin papeles, intentando cortar así el turismo
sanitario, la gente que venía a España solo para recibir asistencia sanitaria.
En lo que se refiere a la Ley de Dependencia, se han
contabilizado 2.724 millones más de la financiación prevista y 225.000
dependientes más de la estimación realizada.
4.- Pufo en infraestructuras: 20.730 millones
La deuda total de las infraestructuras ferroviarias
es de 20.730 millones de euros, según dio a conocer la ministra de Fomento, Ana
Pastor, el pasado vienes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de
Ministros.
Solo Renfe tiene una deuda de 5.200 millones; Feve
(Ferrocariles Españoles de Vía Estrecha) 530 y unas pérdidas de 150, y Adif
(Administración de Infraestructuras Ferroviarias) 15.000.
En España hay 176 estaciones con menos de un viajero
al día y 52 servicios con una ocupación por debajo del 15%.
5.- Pufo eléctrico: 24.000 millones
Rajoy ha calificado de «descomunal» el problema que
arrastra el sector eléctrico «porque nos han dejado una deuda de 24.000
millones de euros». Para intentar solucionarlo «hemos tenido que subir la
tarifa de la luz».
6.- Pufo en las empresas públicas: 56.000 millones
Las cuatro mil empresas públicas, fundaciones y
consorcios que tienen las tres administraciones públicas acumulan una deuda de
56.000 millones de euros, de los que 32.000 corresponden a las empresas estatales;
13.870 a las autonómicas y 9.328 a las locales.
El Gobierno ha insistido en la necesidad de eliminar
una gran parte de estas empresas, que cuestan 200.000 millones al año. Las
Autonomías se resisten y en el primer trimestre del año solo han cerrado dos.
Por eso los socialistas no quieren oir hablar de la herencia dejada. Cuanta desverguenza.Po
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