“No entiendo por qué ha hecho falta perder ocho años en estudios, discusiones, negociaciones y resoluciones para demostrar que la nieve es blanca, cuando todos sabemos que la nieve es blanca. Pues lo mismo pasa con el Corredor Mediterráneo, hay que priorizar las inversiones donde se van a rentabilizar desde el minuto uno. Y ese es el caso del Corredor Mediterráneo y su influencia en la economía de Castellón”. Así de irónico y de contundente se ha mostrado Javier Moliner, presidente de la Diputación Provincial, durante la presentación del Estudio de Impacto del Corredor Ferroviario Mediterráneo en la Economía de Castellón’.
Moliner se ha lamentado de que “hemos perdido el tiempo con un Gobierno oscuro, al que ha habido que demostrar que la nieve era blanca”. Además, el presidente de la Diputación, en su intervención ante medio centenar de empresarios y representantes de diferentes colectivos económicos de Castellón, además del secretario general de Ferrmed, Joan Amorós, ha asegurado que “hay que poner el tren donde hay mercancías y no pasear vagones donde no hay mercancías que transportar”.
El presidente de la Diputación de Castellón ha protagonizado un acto que ha contado también con la presencia tanto de la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, del alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, y la exposición de las conclusiones de este estudio por parte del doctor César Camisón.
Este exhaustivo trabajo, que ha elaborado el Grupo de Investigación en Estrategia, Competitividad y Gestión del Conocimiento y la Innovación de la Universitat Jaume I, que ha dirigido César Camisón, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, “demuestra de manera contundente que Castellón, la Comunidad Valenciana, España y toda Europa necesitan el Corredor Mediterráneo”, ha insistido Moliner.
“Las conclusiones del estudio son incontestables. Sólo la construcción del tramo correspondiente a Castellón supondrá la creación de 5.500 empleos anuales. Pero, además, su urgencia es aún más clamorosa si añadimos que el efecto sobre el crecimiento del PIB provincial se estima en casi 1.600 millones de euros, más del 11% del PIB de 2008”, ha asegurado Moliner.
Por otra parte, el presidente de la Diputación ha asegurado que los datos del estudio de Camisón “demuestran que su puesta en marcha sería un antes y un después para el tejido económico provincial. La diferencia entre tener o no tener Corredor Mediterráneo es de casi un 60% en lo que se refiere a las exportaciones castellonenses, ya que sin el Corredor bajaremos un 30,2% en las exportaciones en 2014 y con Corredor los envíos al extranjero subirían un 26,5% respecto a 2010”.
Las conclusiones de este trabajo refuerzan la reivindicación de que se asuma como prioritario este proyecto para garantizar tanto el impulso de la provincia como núcleo logístico de cara al futuro, como para reforzar el espíritu exportador de las empresas castellonenses, que ahora mismo compiten en situación de desigualdad con otros sectores europeos.
“En definitiva, sin el Corredor Mediterráneo Castellón se quedará como un usuario de Blackberry estos días, incomunicado”, ha finalizado Javier Moliner.
El volumen de la inversión asociada a la construcción de esta infraestructura en los límites de la provincia de Castellón se ha estimado en torno a los 4.194,6 millones de euros, que supone un 76,7% de la inversión total prevista en la Comunidad Valenciana que asciende a 5.472,7 millones.
Para satisfacer este crecimiento de la demanda de bienes y servicios, la producción agregada de la provincia deberá crecer en 3.352,76 millones de euros. La producción generada a lo largo del todo el sistema económico beneficiará a todas las ramas de actividad y no solamente a las estrictamente vinculadas con la inversión.
El efecto multiplicador de estas inversiones se cifra en términos generales en 1,71, si se calcula sobre el volumen de inversión presupuestado, y asciende hasta 2,14 si se calcula sobre el volumen efectivo de inversión medido a precios básicos realizado en bienes y servicios interiores.
En términos de valor añadido a precios básicos (VAB p.b.), el efecto sobre la economía castellonense sería de 1.497,8 millones de euros, que supone el 11,6% del valor añadido bruto provincial (sobre datos de 2008).
El efecto sobre el crecimiento del PIB provincial se estima en 1.567,1 millones de euros, que representa el 11,1% del PIB castellonense según datos de 2008.
El impacto sobre el empleo se sitúa en torno a los 5.500 puestos de trabajo totales anuales, que para el periodo 2011-2014 superan los 22.200. Esta creación de empleo equivale al 7,3% de la población activa provincial y al 27% del desempleo en Castellón cifrado por la EPA para el primer trimestre de 2011.
Claves del impacto económico de la puesta en funcionamiento del Corredor Mediterráneo
La culminación de la integración de Castellón en la red ferroviaria transeuropea es igualmente imprescindible para que las empresas puedan aprovechar dicha infraestructura para el transporte de mercancías, mejorando su competitividad gracias a la reducción de sus costes de transporte.
Podemos estimar que si las infraestructuras ferroviarias no están finalizadas para 2014, las empresas provinciales sufrirán un aumento de los costes de transporte del 13,8%, que a su vez comportará una reducción del volumen de las exportaciones en un 30,2% sobre el nivel de finales de 2010.
En cambio, si la red está finalizada para dicha fecha, puede estimarse que entre 2014 y 2020 las exportaciones provinciales lograrán crecer un 26,5% sobre el nivel de finales de 2010.
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