El obispado decide mejorar los accesos para impedir la entrada en el templo
El obispado de Segorbe, propietario del convento y la iglesia de San
Martín, que ha sido objeto de un saqueo, está actuando con rapidez
con el fin de evitar que un hecho de similares características se
vuelva a producir.
En
concreto, una empresa constructora de la localidad ha comenzado a
trabajar en el interior del edificio conventual para impedir que los
amantes de lo ajeno puedan acceder a las dependencias interiores y al
templo. “Se están tomando todas las precauciones habidas y por
haber para que nadie pueda penetrar dentro del convento”, señaló
ayer el delegado diocesano de Patrimonio, Pedro Saborit. Los trabajos
se centran en cegar varios accesos y ventanas y reforzar los que
queden practicables, así como las rejas. La mayoría de los huecos
en fachadas está en el lateral que da a la plazuela de la Judería y
en la fachada posterior recayente al patio y murallas. Según las
investigaciones, por ahí penetraron los ladrones.
El
patio limita con la crestería de las murallas de la calle Argén y
con el paso de ronda que discurre por ella. El Ayuntamiento de
Segorbe ofertó al obispado hace cuatro años la adquisición de un
pasillo que permitiera pasear por la parte superior del lienzo donde
están almenas y aspilleras para tener un nuevo atractivo turístico.
Así
lo reconoció el alcalde, Rafael Calvo, que lamentó el robo y
recordó que también el consistorio realizó una propuesta de
gestión y mantenimiento del templo, “que hubiera supuesto una
atención más o menos continua y la adopción de medidas de
seguridad, como algún sistema de alarma”. Reclamó que, en
compensación por la inversión que la Llum de les Imatges había
realizado en el contenido mueble e inmueble de la iglesia, se
exigiera la apertura al público del templo
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