· El paciente enfureció porque los
sanitarios que estaban de guardia en el servicio de urgencias no querían
curarle unos callos en los pies
Un enfermo mental amenazó con un revolver al
personal sanitario del centro de salud de Segorbe tras enfadarse porque no le
curaron los callos que tienen en varios dedos de sus pies. Los hechos
ocurrieron sobre la una de la madrugada de ayer en el servicio de urgencias del
Hospital Complementario de Segorbe, donde se encontraba un traslado urgente a
la Mini Fe de Sagunto.
El individuo permaneció en la puerta del complejo
sanitario en una actitud amenazante con el revólver, durante 10 minutos
aproximadamente, hasta que fue detenido por una patrulla de la Guardia Civil.
Los 10 sanitarios que se encontraban en ese momento en el centro medio de
Segorbe vivieron momentos de tensión y nerviosismo. Sabían que el hombre armado
es un enfermo mental y temían que pudiera disparar el arma.
El celador que lo atendió intento explicarle que
unos callos en los pies no era una urgencia médica que necesitara una
asistencia inmediata, pero el demente insistió en que le administraran un
tratamiento curativo en la piel. Ante la negativa del sanitario, el individuo sacó
un revólver y lo amenazó.
La violenta reacción del enfermo sorprendió al
celador, aunque mantuvo la calma en todo momento y lo convenció para que
depusiera su conducta agresiva. “Le dijo que tenía que esperar su turno porque
el medio estaba atendiendo a un enfermo muy grave, y con esa mentira consiguió
que se tranquilizara un poco”, explico uno de los sanitarios que se encontraban
de guardia en la madrugada del martes. El embuste les permitió ganar tiempo
para comunicar el grave incidente al Centro de Información y Coordinación de
Urgencias (CICU) de Castellón, que a su vez alertó de inmediato a la Guardia
Civil.
Mientras una patrulla acudía con urgencia al
Hospital Complementario de Segorbe, el enfermo se sentó en la puerta del
servicio de urgencias sin soltar el revólver. El equipo médico del SAMU retraso
el traslado del paciente ante el riesgo que suponía pasar junto a un hombre
armado con sus facultades mentales perturbadas. “La Guardia Civil tardó muy
poco en llegar. Un agente le quitó el arma y lo detuvo sin que ofreciera resistencia”,
a firmó el sanitario. Tras informar al enfermo del motivo de su arresto –un
delito de amenazas con arma de fuego–, la Guardia Civil también les leyó sus
derechos. Los agentes hablaron luego con el celador para instruir las
correspondientes diligencias.
El individuo detenido, que tiene 43 años, ha
protagonizado varios incidentes en el centro de salud en los últimos meses. “Es
un paciente agresivo que suele causar problemas con frecuencia”, asevera un médico
del Hospital Complementario de Segorbe. El arma intervenida al enfermo mental
es un revolver de detonación, cuya procedencia investiga ahora la Guardia
Civil. Fuentes de la Consellería de Sanidad confirmaron ayer que un paciente de
la Unidad de Salud Mental “entró en el centro de salud con una actitud
amenazadora”, pero se negaron a facilitar más información del suceso. “Nadie
sufrió ningún daño y se procederá a dar parte al juzgado”, añadió un portavoz
autorizado de Sanidad para justificar su mutismo.
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