Los
ayuntamientos que saldrán de las próximas elecciones municipales
poco tienen que ver con los de hace cuatro años.
La
nueva normativa nacional ha hecho que los municipios quebrados de
2011 y amenazados con la disolución por la Unión Europea estén hoy
en situación de superávit.
Este
giro copernicano en las cuentas de los municipios, que aseguran su
viabilidad futura, no ha sido fruto de la casualidad, tanto la Ley de
Estabilidad Presupuestaria, como la reforma local, han permitido que
los mismos ayuntamientos que gastaron 39.000 millones de euros de
más, en 2011, último año socialista, tengan ahora un superávit de
41.000 millones.
Los
ayuntamientos han hecho muchos esfuerzos. Han reducido sus plantillas
a lo estrictamente necesario, han aplazado las inversiones que no
eran urgentes, han saneado y simplificado la administración,
eliminando más de mil entes públicos, haciéndola más accesible y
útil para los ciudadanos.
Puede
resultar sorprendente pero hoy las entidades locales pagan antes que
las empresas, la inmensa mayoría en menos de treinta días...y todo
ello en una sola legislatura.
Gracias
a estos dos factores, esfuerzos y reformas, los ayuntamientos de toda
España, y especialmente los de nuestra provincia, que durante 2011
soportaban con cortes de luz por impagos, retrasos en el abono de sus
nóminas a trabajadores y largas colas de proveedores esperando a
cobrar facturas, están ya hoy elevando su actividad, mejorando la
prestación de sus servicios e incrementado las inversiones.
Sólo
en el último año, los ayuntamientos han duplicado su superávit,
demostrando que la solidez de sus cuentas ha contribuido a equilibrar
el déficit público, la senda de la recuperación
Los
nuevos ayuntamientos que nazcan el próximo 24 de mayo tendrán por
primera vez estrictamente fijadas sus competencias, limitado por ley
el sueldo de alcaldes y concejales, y establecidos límites para
el número de concejales y de asesores con retribución para cada
municipio. Aunque pueda parecer extraño, hasta la reforma local de
Rajoy, un municipio por pequeño que fuera podía tener salarios y
asesores ilimitados.
Algunas
entidades locales, como la Diputación de Castellón, anticiparon
estos cambios menguado voluntariamente un 25% el salario de su
presidente Moliner y acometiendo, con años de antelación, todos los
cambios que se sustanciarán con las elecciones de mayo.
Hoy
nuestros ayuntamientos son más eficientes, solventes, están mejor
dimensionados y prestan servicios de mayor calidad que hace cuatro
años.
Miguel
Barrachina Ros
Secretario
General del Partido Popular de Castellón
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