En
Castellón el nuevo año ya está siendo mejor que el pasado en el
que cerramos con 7.500 empleos más, 1.000 empresas nuevas, y el
turismo y las exportaciones en cifras récord.
Sin
embargo más relevante todavía que esas cifras es que en enero, y a
pesar de su cuesta, las ventas de coches han aumentado un 76%, por lo
que supone de recuperación de confianza. Llevamos diecisiete meses
con aumento de compra de vehículos pero no de esta magnitud.
La
recuperación económica es también una cuestión de confianza, una
cadena de optimismo, que en el caso del consumidor, la elevación de
las ventas minoristas suele preceder a la de vehículos y esta a la
de viviendas. Uno debe estar esperanzando futuro para hacer compras
de determinada magnitud, y eso parece que ya está ocurriendo en
nuestra provincia.
Han
tenido que pasar diecinueve meses de crecimiento económico,
dieciséis de creación de empleo y la primera bajada de impuestos
para que hoy crezca el optimismo ciudadano. Es lógico cuando la
profundidad del agujero económico alcanzó los 370.000 millones de
euros, gastados de más, por las administraciones, en la última
legislatura socialista.
Por
eso es una muy buena noticia que las comunidades autónomas hayan
eliminado 715 entes públicos, ajenos a sus competencias sanitarias,
educativas y sociales, que han supuesto un ahorro de 21.587 millones
y 53.544 empleos, pues sólo sin gasto superfluo podemos seguir
invirtiendo en mejorar nuestra sociedad del bienestar.
Estas
cifras positivas no son fruto de la casualidad, sino del esfuerzo de
empresarios, trabajadores, familias y de las medidas adoptadas por el
Partido Popular en todos los niveles.
Sin
embargo, que se hagan bien las cosas no es sinónimo de felicidad.
Estoy seguro de que ninguno de aquellos trabajadores de fundaciones y
organismos públicos extinguidos estará contento, como tampoco los
liberados sindicales que tuvieron que retornar a sus empleos, o
nuestros funcionarios que han visto congelado su salario.
El
discurso de la responsabilidad, el que salva países, es mucho menos
sugerente que el verbo de aquellos que predican el gasto infinito,
pero cuyas propuestas, invariablemente, nos arruinarían por tercera
vez en democracia.
Comunistas
de IU, neocomunistas de Podemos y socialistas del PSOE comparten un
mismo origen marxista, que incluye lucha de clases y la sustitución
de las libertades personales por decisiones burocráticas. Todos
ellos arruinan países, la única diferencia es de plazos, unos
tardan años como el PSOE y otros lo hacen en meses, como pronto
demostrarán los socios de Podemos e IU en Grecia.
Castellón,
afortunadamente, está en la buena dirección, el efecto de las
reformas, hace que volvamos a ser líderes en creación de empleo a
nivel nacional, como ya sucedió con nuestro primer gobierno
1996-2004, y su reflejo en el bienestar de las familias, hace que la
batalla electoral con el emergente populismo sea un problema
exclusivo de la izquierda.
Miguel
Barrachina Ros
Secretario
General del Partido Popular de Castellón
Son legión. Los que odian y desprecian a España y presumen de ello. No desperdician una oportunidad para reírse de nuestro país, “su” país, de expresar su menosprecio por él, de jactarse de lo malo, solo de lo malo, con un regocijo que no ocultan. Están en las instituciones, en algunos partidos, en ciertos medios de comunicación… Lo pasan realmente mal cuando se publican datos positivos sobre la economía y el empleo, y no dan la cara hasta que no los han retorcido de mil maneras para encontrar la forma de decir que es mentira, que todo sigue yendo mal, porque, en realidad, ellos no tienen ninguna confianza en este país ni en sus ciudadanos. Solo confían en controlarlos, cuanto más y antes, mejor.
ResponderEliminarEn el Congreso de los Diputados abundan. Y sí, voy a dar nombres y apellidos, de esos a los que jamás se les escuchará una frase positiva sobre España. Nada de nada. De aquellos que parecen avergonzarse de nuestro país, que jamás reconocerán nada bueno y se recrean en lo negativo, en lo que divide, en lo que ayuda al hundimiento general. Se mueven como pez en el agua cuando está sucia, por eso solo buscan la suciedad.
En el Grupo Mixto hay muchos ejemplos. Los de Amaiur son los más evidentes: rezuman odio hacia España, hacia el Congreso de los Diputados, hacia la soberanía nacional, hacia una institución de la que están cobrando todos los meses, con gastos de representación incluidos. Mikel Errekondo, Sabino Cuadra, Rafael Larreina… Pero no son los únicos, también a los diputados de ERC les inspira especialmente el desprecio a España. Su portavoz, Alfered Bosch, se crece cuando habla mal de nuestro país, su país.
En la Izquierda Plural también hay casos. Me llamó la atención la complacencia con que su portavoz, José Luis Centella, atribuía el hecho de que Alexis Tsipras no hubiera incluido España en su gira europea a que nuestro país es “irrelevante” en Europa. Lo decía sin reparo, como si fuera un placer dejarlo claro. El Gobierno de España, subrayó, “no pinta nada en Europa”. Si fuera verdad, al menos se le podría reconocer una sinceridad descarnada. Pero es que es mentira. Demuestra ignorancia, o bien tan solo un desprecio que le sale de dentro, sin pararse a pensar si lo que dice es cierto o no.
En Podemos, el odio a España les rebosa por los cuatro costados. A España y a sus símbolos. Ya lo dijo Pablo Iglesias, cuando atacó la bandera nacional y el himno de todos, o cuando habla de la “casta”, cuando en realidad millones y millones de españoles se han sentido representados por esos a los que él insulta. Las clases de Juan Carlos Monedero en la facultad de Ciencias Políticas eran otra demostración de desprecio hacia todo lo que significa España.
A todos estos que odian y desprecian a España, que disfrutan con las malas noticias, que jamás reconocerán nada bueno de nuestro país ni mostrarán el más mínimo orgullo por él, a todos ellos hay que decirles que España ha podido. Ha podido dejar atrás el rescate, la recesión, la caída en picado del empleo, lo peor de la crisis… Ha podido situarse a la cabeza de Europa otra vez y ha podido recuperar la confianza y ser admirada de nuevo en el exterior. Aunque les pese a todos ellos. Hemos podido.
No sabe usted cómo me gustaría poder estar orgulloso de esta España MÍA de esta
ResponderEliminarEspaña NUESTRA como lo está usted. Yo no sé de grandes cifras pero vivo en la Comunidad Valenciana y usted no habla del desprecio de nuestros gobernantes hacia los valencianos (Gurtel, Fórmula 1. Emarsa, Aeropuerto....) han malgastado sin freno. Eso SÍ es desprecio hacia todo lo que significa ESPAÑA. La Comunidad Valenciana es la campeona de Políticos imputados mientras muchos valencianos no llegan a fin de mes, sin mencionar a quienes
viven de la caridad.
Me alegraré mucho cuando se vea esa recuperación pero de momento no se percibe.
Permita usted a este ciudadano que quiere a España como el que más que dude de las GRANDES CIFRAS sin por ello ser menos español que usted.
La libertad de pensamiento es la base de la DEMOCRACIA.