Si estamos muy cerca los árboles estos no nos dejarán ver el
bosque, al igual que no somos capaces de observar el movimiento de la Tierra
porque nosotros nos movemos con ella. Es lo que nos sucede hoy en la provincia
de Castellón.
En este mes de septiembre, con respecto al mismo del año
anterior, tenemos 5.240 castellonenses
más trabajando, 500 empresas nuevas, las obras del AVE en marcha desde Sagunto
hasta Castellón, el aeropuerto recibiendo vuelos de prueba, 8.000 autónomos pagando
un 30% menos de IRPF, y multitud de cambios en positivo que marcan que,
efectivamente, ya estamos creciendo.
Esta misma semana en Diputación hemos aprobado una inversión
superior a los 15 millones que, a través de más de 350 obras que realizarán
nuestros municipios, darán trabajo a 1.270 personas, con múltiples finalidades,
especialmente de ahorro de agua y mejora de abastecimiento.
La entidad que preside Javier Moliner, al igual que el 90%
de ayuntamientos, están hoy saneados y se permiten inversiones que hace solo
dos años eran impensables. De hecho, en doce meses hemos pasado de invertir 15
millones a 37, y pronto la mayoría de los 135 municipios verán crecer sus
actuaciones tras haber hecho un gran esfuerzo de reducción del gasto corriente.
Que estemos en una provincia en marcha, no supone que hoy el
cambio alcance a todos, pero es evidente que si el sector azulejero ha
aumentado un 77% su saldo comercial exterior, es porque alguien fabrica, si en
nuestro puerto crece el tráfico un 17% es porque en ellos va mercancía
elaborada aquí, y si el número de turistas ha crecido un 7% en algún lugar han
comido y se han alojado.
Al final, si se mantienen las reformas el crecimiento
llegará a todos, no en vano es la Comunidad Valenciana quién lidera la creación
de empleo nacional, en un territorio del que la gerente del FMI Christine
Lagarde, gerente FMI ha dicho: “España es el único país del euro que está
progresando gracias a las reformas estructurales que ha llevado a cabo". Y
sobre el que la OCDE ha dicho que será España el país que, de entre los 38 más
desarrollados, más crezca en 2015.
Pero ni estas alentadoras declaraciones, ni los primeros
datos positivos, deben hacernos bajar el listón de la exigencia en plazos de
las nuevas infraestructuras, que, unidos a la bajada de impuestos del próximo
año, van a hacernos mucho más competitivos.
Hoy estamos mucho mejor que hace doce meses, pero
sustancialmente peor de lo que estaremos dentro de un año.
Miguel
Barrachina Ros
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