Álbum de fotos: OFRENDA A Nª Sª DE LA CUEVA SANTA
Ayer por la tarde los segorbinos acudieron en gran número
para presenciar uno de los actos más esperados y entrañables de las fiestas
patronales de Segorbe, la popular ofrenda de flores a la Virgen de la Cueva
Santa, una de las tres advocaciones marianas por la que los segorbinos sienten
mayor devoción. Las segorbinas, y algunos segorbinos, la mayoría niños, ya que
no existe costumbre de que los hombres luzcan el traje típico han rendido
pleitesía a su Patrona, “la blanca Paloma”.
Las mujeres segorbinas aprovechan esta ocasión para lucir
con todo su esplendor el traje local: su corpiño negro, falda, aderezo, y la
pañoleta blanca bordada en oro y lentejuelas.
El acto comenzó a la seis y media de la tarde y como es
costumbre la corporación municipal y la banda de música han recogido en el
Palacio Episcopal al obispo de la diócesis, Casimiro López, para dirigirse al
palco que se instala frente al retablo de la Virgen de la Cueva Santa en la
plaza de su mismo nombre.
Los primeros en desfilar los segorbinos y segorbinas
acompañados de sus hijos, la corte y damas de la Reina Infantil de 2012, Laura
Palomar Hidalgo, acompañadas de la Reina Mayor de 2012, Mónica Porcar Muñoz, luego
los mayores de la Residencia, los cofrades de San Antón, Cruz Roja, Comisión de
Toros, Moto Club Segorbe, Sevillanas, Falla Plaza Almudín, Caballistas de la
Entrada de Toros y Caballos, Colegio de la Resurrección, Clavarias de la Virgen
de la Esperanza, Centro Aragonés, Sociedad Musical, Damas de Santa Cecilia,
Bolilleras, Asociación de Mujeres, Juventudes Musicales, Romeros de la Cueva
Santa, Doncellas segorbinas, El Guitón, La Pellorfa, El Desacato y la Reina de
las Fiestas de Jérica, todos llevaron su ofrenda hasta el altar de la Virgen.
Las reinas mayor e infantil, Cristina Pórtoles Soler y Paula
Tortajada Carrillo, acompañadas de las falleras de Torrente, entregaron sus
ramos a la Virgen y le dedicaron un emocionado y corto discurso, que concluyó
con el típico grito de «Viva la Virgen de la Cueva Santa» y el canto a la
Virgen por parte del Coro de la Catedral acompañados de la Banda de Música.
Tras la Ofrenda tuvo lugar el traslado procesional de Ntra.
Sra. de la Cueva Santa, desde la Iglesia del Seminario a la S.I.
Catedral-Basílica. Y, por la noche la
verbena que es conocida popularmente como “de la empalmá”, ya que da paso a las
ocho y media de la mañana a la “Enrama”, organizada por la Comisión de Toros,
que recoge el testigo y, a partir del lunes, serán ellos con la semana taurina
los encargados de llevarla a cabo.
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