Los sindicatos también
tendrán que apretarse el cinturón. Y mucho. No en vano el pastel de las
subvenciones que cada año se concede para el desarrollo de la actividad
sindical se ha reducido dramáticamente desde la llegada al Gobierno del Partido
Popular.
Al punto de alcanzar mínimos en el presente ejercicio. Según publicaba el pasado sábado el Boletín Oficial de Estado (BOE), las ayudas en el año 2013 ascenderán a 8,88 millones de euros, la mitad del botín repartido en la última convocatoria del PSOE al frente del Ejecutivo. Entonces, las principales centrales –con UGT y CCOO a la cabeza- se repartieron 15,79 millones de euros.
Al punto de alcanzar mínimos en el presente ejercicio. Según publicaba el pasado sábado el Boletín Oficial de Estado (BOE), las ayudas en el año 2013 ascenderán a 8,88 millones de euros, la mitad del botín repartido en la última convocatoria del PSOE al frente del Ejecutivo. Entonces, las principales centrales –con UGT y CCOO a la cabeza- se repartieron 15,79 millones de euros.
“La cuantía total máxima de
las subvenciones a conceder será de 8.883.890 euros”, reza la resolución del
Ministerio de Empleo para limitar las ayudas. Se trata de una cuantía que los
sindicatos reciben con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, que
también recogen en 2013 otra partida de casi 2,7 millones de euros para
sufragar la participación de las centrales en órganos consultivos y consejos.
Aquí CEOE también se lleva su parte. Paradójicamente, la rúbrica presupuestaria
que abriga estos gastos se recoge como una “transferencia corriente a familias
e instituciones sin fines de lucro”. En total, este año se ponen en liza 11,58
millones de euros.
El último desglose publicado
sobre el reparto de las ayudas corresponde al año 2011, el último del PSOE en
La Moncloa. Por su actividad sindical, CCOO percibió 6,38 millones de euros y
UGT se embolsó otros 6,12 millones. Entre ambos, acapararon el 78,4% del total.
Lejos quedaron la Unión Sindical Obrera (USO) y la vasca ELA, con dotaciones de
535.000 y 473.000 euros, respectivamente. Por su participación en los órganos
consultivos del Ministerio de Trabajo, el sindicato de Cándido Méndez se hizo
con 1,25 millones y el de Ignacio Fernández Toxo, con 1,12 millones. La
patronal CEOE se llevó la palma, con 2,13 millones. Las cifras de 2013 quedarán
muy lejos de ese dispendio.
De hecho, el Gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero no tocó la partida de la que se benefician los
sindicatos por sus actividades sindicales durante los cuatro años de crisis que
se mantuvo al frente del Gobierno. De hecho, subió la subvención en más de
300.000 euros entre 2007 y 2008, para estabilizarla desde entonces y hasta 2011
en los citados 15,79 millones de euros. El año pasado, sin embargo, ya se
redujo considerablemente hasta los 11,1 millones y en el presente ejercicio ha
vuelto a reducirse en otros 2,2 millones de euros. Estas percepciones
presupuestarias se sitúan la margen de los fondos que los sindicatos manejan
por cuestiones como los cursos de formación u otras dotaciones que reciben a
través de otros ministerios.
La última vuelta de tuerca
La vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, lo explicó en una de sus primeras
comparecencias públicas tras ganar las elecciones. “Nos hemos encontrado una
situación extraordinaria y no prevista, y estamos obligados a tomar medidas
extraordinarias y no previstas", dijo,
al tiempo que anunciaba una bajada de un 20% en las subvenciones a los
partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones empresariales. En julio
de 2012, el presidente del Gobierno daba una vuelta de tuerca al planteamiento
y comunicaba que los Presupuestos de 2013 incluirían otro ajuste adicional del
20%. Una rebaja que es, precisamente, la que certificaba el BOE este fin de
semana.
La resolución expone que la
concesión de subvenciones entre los diferentes sindicatos se realizará “en
proporción a su representatividad por la realización de actividades de carácter
sindical”. De hecho, en torno a 80 organizaciones suelen recibir fondos por
este concepto. La finalidad del dinero que se entrega a las centrales es
“fomentar, mediante la financiación, la realización de cualquier tipo de
actividad sindical dirigida a la defensa y promoción de los intereses
económicos y sociales de los trabajadores”. El crédito presupuestario
consignado se encuentra en un ambiguo programa denominado Dirección y Servicios
Generales de Seguridad Social y Protección Social.
El interés por conocer la
cuantía total de los fondos públicos que reciben sindicatos y patronal ha
topado tradicionalmente con el oscurantismo que recorre sus cuentas. Sobre todo
en lo referente a los cursos de formación que gestionan. Es más, CCOO y UGT han
pedido límites a la forma en que les afectará la Ley de Transparencia, dejando
claro que no deberían tener las mismas obligaciones que administraciones
públicas o partidos políticos. Su tesis es que sólo deberían dar cuenta de los fondos
públicos que reciben y que debe respetarse el derecho de libertad sindical y su
autonomía organizativa. Una reflexión similar a la de CEOE, que ya ha advertido
que no publicará los sueldos de sus dirigentes ni auditará a sus organizaciones
asociadas ni informará sobre sus ingresos privados.
No veo mal que se reduzcan las subvenciones a estas dos organizaciones, pero si creo que todavía hay más subvenciones donde recortar, como la iglesia, que además debería de cumplir otra serie de normas que otras asociaciones están obligadas como el pago de impuestos, salidas de emergencias, servicios, etc
ResponderEliminarEsta bien que les recorten el que quiera sindicato que se lo page pero ademas los liberaos debian tener las mismas condiciones que los demas y cuando tengan que ir a la calle que no les sirva ser liberao pues solo por eso bueno y las horas de escaqueo sobre todo en las administraciones vale la pena estar liberao.
ResponderEliminar¿Y los toros? A muchos no nos gustan y nos repatea que el dinero de nuestros impuestos se dedique al gusto de unos señores por torturar animales.
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