Los técnicos valoraron los incendios como «fuera de
capacidad de extinción» y se priorizó «salvar los núcleos poblados»
Cortes de Pallás y Andilla han marcado en negro la
semana en la Comunidad por ser el origen de los dos incendios más graves desde
1994. El verano que acaba de comenzar amenaza con ser peligroso para los montes
y el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, invita a la reflexión
ciudadana.
-¿Se puede considerar esta semana como la más dura
que ha vivido en su Conselleria?
-Sí, desde el punto de vista de las consecuencias
tan negativas para el medio ambiente que han tenido los dos incendios
forestales. Genera rabia e impotencia ver que el 90% de la superficie quemada
este año ha sido por negligencia o con intencionalidad.
-¿Se ha de concienciar más la gente?
-Las imprudencias se pagan con altos costes
medioambientales y desgracias como las del piloto fallecido y los otros dos
heridos. Los ciudadanos deberían entender que cuando se decreta un nivel de
emergencia no es por capricho, sino porque hay condicionantes que así lo
aconsejan.
-¿Hay que endurecer la legislación?
-Sí. Siempre lo he pedido, hay que modificar el
Código Penal para mejorar la prevención y disuadir a quien tenga idea de quemar
el monte.
-¿Qué condiciones se dieron en el origen de los dos
incendios?
-Temperaturas desde el inicio, y durante dos días,
de 35 a 40 grados, un 12 o 14 por ciento de humedad y de 40 a 60 kilómetros por
hora de viento de poniente. Los técnicos los catalogaron como de «fuera de
capacidad de extinción». Esto es, que multiplicando los medios aéreos y
terrestres no se habría frenado.
-Hay dudas sobre la rapidez en acudir a los
siniestros...
-En Cortes de Pallás se llegó de inmediato gracias
al despacho automático, ampliado con siete medios aéreos. En menos de una hora
se decretó el nivel 2 para solicitar ayuda a otras regiones y se movilizó a la
UME. Y en Andilla desviamos todos los aviones que actuaban en Cortes de Pallás
porque estaban a solo siete minutos de vuelo.
-Los vecinos se quejan de que no les dejaron ayudar.
-Comprendo su impotencia y buena voluntad pero a
brigadistas y bomberos con mucha experiencia el fuego acabó rodeándolos. Si
hubiéramos admitido voluntarios ahora estaríamos hablando de un número de víctimas
muy grande. Lo primero es la seguridad de las personas y por eso cerramos las
carreteras, o evacuamos 4.000 personas escalonadamente para anticiparnos a
desgracias como las que se vivieron en Millares o en Guadalajara.
-¿Tan peligrosos eran los incendios?
-Imagínese llamaradas de 35 metros de altura,
cambios de la dirección del viento inesperados, saltos del fuego de copa en
copa arrasando 500 metros en un momento o pavesas que ascendían y al caer
formaban otros fuegos a un kilómetro de distancia. Los incendios fueron muy
virulentos en su inicio y en las primeras horas quemaron casi el 60% de la
superficie arrasada.
-Hay quien dice que estuvo durante horas esperando a
las brigadas.
-En todos los incendios hay una estrategia y en
éstos hubo que proteger polvorines, almacenes pirotécnicos, salvar los núcleos
poblados o masas forestales (Martés, Espadán, Calderona o bosques de Cuenca)
que podrían haber elevado en 80.000 hectáreas la zona quemada. Todo eso se
prioriza sobre zonas de cultivos o similares.
-¿Qué porcentaje de terreno privado y público se ha
quemado?
-Aproximadamente un 62% privado y un 38% público.
-¿Estaban los montes limpios?
-Depende de muchos factores. Los campos labrados son
un cortafuegos perfecto pero si se abandonan se convierten en material
conductor. Los ecologistas se oponen a los cortafuegos y el bosque mediterráneo
tiene unas características que lo hacen potencialmente más peligroso para un
incendio, al igual que la pertinaz sequía...
-¿Extrae alguna lección?
-Siempre. Analizaremos entre todos para mejorar
estrategias y planificación. Es nuestra obligación.
-¿Cuál ha sido el momento más difícil estos días?
-Enterarme en el puesto de mando avanzado del accidente
y del fallecimiento del piloto que había estado luchando y dio su vida por
salvar el ecosistema. Es algo muy difícil de digerir.
-¿Hay una legislación clara sobre la actuación de
los pilotos de extinción?
-Trabajan dos horas y descansan 40 minutos. El
piloto fallecido tenía muchísima experiencia pero están permanentemente en
situación de riesgo, con bolsas de aire caliente...
-¿Cuándo se volverá a la normalidad?
-Hemos reaccionado rápido reparando infraestructuras
básicas. Ayudaremos a la agriculura, ganadería -viviendas casi no hay
afectadas- y haremos llegar ya a los afectados 9 millones de euros. Contratar a
los vecinos para reforestar también supondrá un alivio y las Diputaciones
aportarán ayudas.
-¿Y en qué plazo se podrá ver la regeneración
forestal?
-La regeneración de la capa vegetal del bosque
mediterráneo es rápida. Hay zonas quemadas en 2005 que ahora han vuelto a ser
afectadas y había ya dos o tres metros de altura de vegetación. Los árboles es
otra cosa, tardarán varias décadas.
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