No pretendo ser agorero y nada me gusta menos que dar tan malas noticias pero solo con un diagnóstico realista se alcanzan soluciones curativas.
Pero el legado socialista de desempleo record, gasto público desbocado y pobreza creciente tiene en los ayuntamientos a unos testigos de excepción.
La situación de nuestros municipios, que ya sufren cortes de luz por morosos, impagan a proveedores y retrasan el cobro de nóminas de sus funcionarios, se va a generalizar. Lo peor para todas las administraciones, especialmente locales y autonómica está por llegar.
No hablaré ni de los 4.978.300 desempleados, ni de que tras Grecia seamos la nación más penalizada por la Unión Europea, porque son hechos que se comentan por sí solos.
Solo utilizaré el último dato conocido de la caída de ingresos del Estado, que va a suponer que los ayuntamientos que los tienen como principal nutriente vuelvan a ver encogida su financiación.
Pondré dos ejemplos, las dos entidades locales en las que trabajo.
El ayuntamiento de Segorbe por los errores de cálculo de 2008 y 2009 del ejecutivo de Rubalcaba y Zapatero tiene que devolver 474.775 euros a las arcas del Estado en un momento en el que los ingresos tributarios son casi inexistentes.
La Diputación de Castellón, por los mismos deslices del socialismo cuando aún negaban la crisis, está ya devolviendo 40.541.000€. Pues bien el dato conocido ayer de reducción del déficit del Estado, y que se ha contado como un gran éxito, esconde un desplome en los ingresos de 25.000 millones de euros, repito 25.000 millones de euros previstos por el todavía gobierno que no se han ingresado, un 23% menos.
Siendo esto así, ya iniciado el cuarto trimestre del año, parece irremediable una nueva devolución de ingresos al Estado que va a colapsar a los ayuntamientos.
Justamente en el caso de Segorbe y el de la Diputación, las previsoras gestiones de Rafael Calvo y Javier Moliner respectivamente, harán que se pueda encajar el nuevo golpe financiero, pero me atrevo a pronosticar que si un victorioso Rajoy no gira radicalmente nuestro rumbo, más de la mitad de municipios españoles no podrá pagar a sus empleados el próximo 2012, y antes habrá dejado de hacerlo a las empresas proveedoras.
Me gustaría poder contarlo de manera pero los números salen así.
Miguel Barrachina Ros. Economista y Vicepresidente de la Diputación de Castellón.
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