jueves, 20 de octubre de 2011

La supresión de las diputaciones

La totalidad de las administraciones españolas deben ser sometidas a profunda revisión, a una cura de adelgazamiento, tras la actual de humildad.
Pudo haberse hecho por convicción, en tiempo de mayor bondad económica, pero quienes desde el Partido Popular y el ámbito académico lo propusieron fueron tachados de centralistas, “antiautonomistas” y reaccionarios, por parte de los mismos inmovilistas que han arruinado el país.
Ahora habrá que hacerlo tardíamente y no por convencimiento sino por necesidad, por el colapso administrativo en el que vivimos.
La pasada semana en este mismo medio escribí “Reinventar la Administración”, afirmando que los gobiernos que conocíamos hace tan solo un año ya no existen y son no solo el pasado, sino la prehistoria.
La revisión a favor de una administración única, con el menor número posible de solapamientos, ya está en marcha y va a afectar a la totalidad de entes públicos.
Afectará a las diputaciones, como a las restantes administraciones, pero no supondrá su desaparición.  La única reforma viable es aquella en la que, sin eliminar a nadie, todos presten, con menor gasto,  servicios más eficientes. Lo ineficaz no es la institución sino el uso que se haga de ella.
La reforma ya ha comenzado, este mismo año, con dos hechos; la reforma constitucional, que fue propuesta por Mariano Rajoy hace dos años, y que finalmente ha tenido que ser impuesta por el Banco Central Europeo para prohibir el derroche público, y en segundo lugar, por las propuestas de los nuevos gobiernos autonómicos de supresión de organismos, devolución de competencias y drástico recorte del gasto.
E indudablemente, en esta reinvención de lo público para devolver protagonismo a lo privado, ayuntamientos y diputaciones tendrán que prestar mejores servicios y de forma más eficaz. No obstante, si las diputaciones provinciales, como entes cooperadores en la prestación de servicios esenciales de los municipios, no existiesen habría que inventarlas.
Las diputaciones son indispensables para los pequeños municipios, en Castellón a más de 100 ayuntamientos se les recauda los impuestos, a 35 se les presta el servicio de secretaría e intervención, a 83 se les depura el agua, de 70 se tiene la encomienda en la recogida de residuos, la totalidad recibe planes provinciales que van desde el abastecimiento de agua potable a la mejora de instalaciones deportivas, y el próximo año se les redactarán los proyectos técnicos y funcionará una central de contratación para la adquisición conjunta  de bienes y servicios.
La única manera de suprimir las diputaciones, que tienen un asidero constitucional superior al de las autonomías, sería al nefasto modo catalán de reinventar entes comarcales o veguerías, que ya han costado más 500 millones de euros –el presupuesto total de la Diputación de Castellón es de 127- y conviven con los entes provinciales.

Miguel Barrachina Ros. Vicepresidente área Económica de la Diputación de Castellón

3 comentarios:

  1. Discrepo aunque entiendo lo que le suscita a opinar así:
    Al igual que el otro día afirmaba Pizarro en los micrófonos de EsRadio que, por ej. en Teruel, donde se da la causística de pueblos pequeños como aquí en Castellón, la Diputación no molesta, creo firmemente que existen otras instituciones que deberían de hacerse cargo de las funciones que desempeña Diputación, no siendo necesaria ya no la duplicidad, sino los 7 niveles administrativos que tenemos en España (desde Europa a Segorbe y sin contar con la asociación de vecinos).

    Planes como el que usted ha encabezado respecto a las comunicaciones, DEBERÍAN SER DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO y asumidos por todas y cada una de las entidades locales. Creados desde el mismo Parlamento y mantenidos desde los mismos Ministerios. Y es un acierto engendrado en Diputación.

    Loable es que usted llevara la iniciativa PORQUE LA SOLUCIÓN QUE PLANTEÓ NO EXISTÍA, pero absolutamente bochornoso es que ésto no existiese antes, que ésto no se hubiese hecho desde el Estado y que ésto no estuviese en vigor desde el principio de los tiempos.
    Porque el ciudadano PAGA y le da igual que el que haga la obra sea el Aytm. de Segorbe y le repercuta 100€, que la Diputación y le repercuta 100€, que la C.Autónoma y le repercuta 100€, que el EStado y le repercuta 100€, que Europa.
    Los 100€ salen de su bolsillo.

    Sobran niveles de Gobierno y falta gente que tenga ideas y las lleve a cabo, como probablemente, usted. Coincido con Aguirre respecto a este menester, que ya ha solicitado la devolución de la Justicia al Estado afirmando (como se debe afirmar) que la duplicidad en materia de Justicia (extrapolable a otros ámbitos) no ha reportado ningún beneficio al ciudadano.

    Ejemplo de gestión de una ciudad de 40.000 personas: La Universidad Politécnica de Valencia. Ventanilla única, gestión eficaz y rapidísima, servicios convergentes, eliminación de duplicidades (y muchas se mantienen no ya por su sentido funcional sino por un sentido "estético" tradicional: y por los sindicatos, todo sea dicho). Probablemente funciona porque sea un modelo de gestión creado por ingenieros y para ingenieros. Administración: toma nota. El modelo es escalable y se puede trasladar.

    Sin dudarlo que el modelo catalán es todavía peor: pero perdamos la mala costumbre de compararnos con el que va peor y empecemos a mirar el que va mejor.
    ¿Cómo es posible que un estado como California, con una población similar a la española y un terreno equivalente al nuestro, TENGA UNA ÚNICA ADMINISTRACIÓN QUE SE REÚNE UNA ÚNICA VEZ AL AÑO y funcionan tan sumamente bien?? Silicon Valley, San Francisco, … etc. El paraíso del emprendedor. No hará falta dilatar mucho más la lista.

    Decía Tácito (55 d.C) de un modo no tácito: "Cuanto más corrupto es un Estado, más numerosas son sus leyes"...
    Somos el país del mundo que mayor número de leyes crea al año: sin dudarlo se debe a la duplicidad de las administraciones.

    Creo firmemente que la Admon. debe estar lo más alejada posible del lugar donde desempeña su actividad, para no favorecer la corrupción y que el español debe alcanzar su madurez, dejándole la libertad de equivocarse moviéndose en un marco no regulado.
    Los pueblos a los que presta y por los que se justifica la existencia de Diputación, tendrán que someterse a una auditoría (distinta a la del tiempo que ya los ha puesto en su sitio). Lo que no puede ser, desde mi óptica y como pagano es que pretendamos que todos los pueblos tengan polideportivo, sauna, hidromasaje, elevalunas eléctrico y semana de fiestas de 15 días.
    Porque quizás, si no hay un elemento histórico que justifique el desembolso, convenga pagarle a las 4 Marías una casa de 200m2 en pleno centro de Valencia, antes que llevar canalizaciones, piscinas, iluminaciones y un largo etcétera al pueblo de 4 habitantes, pese a la tristeza que conlleva la pérdida de esas entidades.

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  2. Animo Miguel sigue asi con tu rigor en el trabajo explicando la verdad, en este caso de la diputaciones.

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  3. Las Diputaciones tenian razon de ser antes de las Autonomias,ahora existen duplicidades de atribuciones que lo que consiguen es incrementar el gasto publico,sinceramente creo que sobran.

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