miércoles, 21 de septiembre de 2011

El marido de Amparo Marco dimite de “numero 2” del PSPV para aislarla de la crítica interna


  • Michel Guillén presentó anoche por sorpresa su renuncia a secretario de Organización
  • Cuestionado por el conflicto entre Calles y Marco, defendió su honestidad Grau
VÍCTOR NAVARRO/Castellón

El PSPV-Castellón acentuó anoche su fractura con la dimisión por sorpresa del Secretario de Organización, Michel Guillén, quien abandonó las responsabilidades del “número dos” de la ejecutiva local para aislar a su mujer, la portavoz en el Ayuntamiento de Amparo Marco, de la crítica interna.
Michel Guillén es actualmente portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Segorbe y,
entre muchos recelos, también fue candidato autonómico en las elecciones del pasado 22-M, pero el descalabro socialista le impidió obtener el acta en el parlamento Valenciano.
La participación de Michel Guillén en los comicios autonómicos ya generó una profunda controversión entre los partidarios y los detractores de su labor en el PSPV, división que aun se profundizó más a partir del enfrentamiento entre Juan María Calles, cabeza de lista municipal en Castellón, y Amparo Marco, su esposa y número dos de la lista.         

  •      El nuevo Secretario de Organización es Francisco Gil y Guillén sigue de vocal
Tras las elecciones, la ejecutiva local encabezada por Pep Luis Grau y con Michel Guillén en el segundo peldaño como Secretario de Organización, decidió reclamar el acta de concejal a Juan María Calles y a Mario Edo por el debacle electoral en la capital y aupar como portavoz a quien ostenta la representación del Grupo Socialista, la propia Amparo Marco.
Sectores contrarios a Michel Guillén le acusaron de urdir la erosión de Juan María Calles para propiciar el salto a la portavocía socialista en el Ayuntamiento de Amparo Marco, un nombre ya con suficiente proyección, por formación y experiencia en las Cortes, como para abrirse camino en la política sin necesidad de recurrir a conspiraciones de la Roma Clásica.
Frente a las duras críticas recibidas por Michel Guillén, como las que le dedicaron algunos de los asistentes a la última asamblea socialista de Castellón, el Secretario General, Pep Lluís Grau, siempre defendió su honestidad y dijo de él que había tenido un comportamiento leal a la autoridad que le otorga el puesto de “número uno” de la organización socialista en la capital.
Fueron ahora de las responsabilidades de Secretario de Organización, Michel Guillén continuará dentro de la ejecutiva, pero únicamente como vocal.
El gran beneficiario de la marcha inesperada de Michel Guillén como Secretario de Organización no es ni el sector crítico que objetaba su labor. Tampoco Juan María Calles y Mario Edo, sino su propia mujer, Amparo Marco.
Desactivadas las críticas con su desaparición de la cúpula de la ejecutiva, Amparo Marco queda liberada de la presión que, a modo de daño colateral, le han acompañado por ser Michel Guillén su marido y ambos pertenecientes a la corriente socialista SoCa (Socialistes de Castelló), de la que deben diferentes sensibilidades del partido.
El PSPV, que ayer celebró una ejecutiva en principio intrascendente que luego resultó muy decisiva por la decisión de Guillen, nombró anoche mismo a quien ahora ocupará la Secretaría de Organización.
La responsabilidad recayó en Francisco Gil, quien hasta el momento desempeñaba la Secretaría de Medio Ambiente dentro de la Ejecutiva de Castellón.
El cambio de cromos en el puesto número dos de la ejecutiva local del PSPV-Castellón será uno de los temas estrella de la asamblea de mañana miércoles en la que la dirección socialista de la capital no propondrá ningún nombre para las listas del Congreso y Senado. Las bases dirán.


Entre dimisiones y una hipoteca


A Pep Lluís Grau, Secretario General del PSPV-Castellón, le llueven los problemas desde las pasadas elecciones municipales. La nula relación entre Calles y Amparo Marco, el batacazo electoral, la renuncia a la entrega del acta de concejal de Calles y Edo, el “Show” del pleno de investidura y, más recientemente, las dimisiones dentro de la ejecutiva, unas ya esperadas por decisiones personales pero otras por discrepancias con la forma en el que el socialismo de Castellón despachó la derrota electoral y la búsqueda de responsabilidades a cuchillo, Joan Morales, Honorino López o Sofía Fernández son algunos de los que ya no están en la ejecutiva local de Castellón a los que ahora hay que sumar la de un peso pesado como era Michel Guillén.
Como telón de fondo, una deuda de 30.000 euros procedente de la campaña electoral pasada que puede obligar al partido a hipotecar por primera vez la sede para atender las facturas.

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