Que el PSOE nunca ha dejado de negociar, con mayor o
menor intensidad, con ETA, aun cuando estaba en la oposición, en una clara
traición al Pacto Antiterrorista firmado con el entonces presidente del
Gobierno, José María Aznar, es algo que nadie niega, porque actas y otro tipo
de documentos así lo acreditan. Ni siquiera dejaron de hacerlo después del
atentado contra uno de los aparcamientos de la Terminal 4 de Barajas, en
diciembre del 2006.
Después, vino la supuesta «ruptura» y, cuando
convino a las partes, la apertura de un nuevo «proceso», en el que, entre otras
cosas, se les prometió a los terroristas la legalización de su brazo político
(lo que se cumplió fielmente: Bildu, Amaiur y Sortu); medidas a favor de la
excarcelación o acercamiento de los presos, y que se haría lo posible, según
fuentes conocedoras del asunto, para lograr la derogación de la llamada
«doctrina Parot», sobre la que se pronunciará el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos en una sentencia que será conocida hoy.
En uno de los documentos que manejaban los
negociadores del «proceso», al que ha tenido acceso LA RAZÓN, titulado
«Cronograma» para establecer las distintas fases del mismo, se contemplaba,
entre otras cosas que junto a «una declaración de ETA por un compromiso por la
paz y desmilitarización» (que realizó ahora hace dos años), se producirían,
entre otras cosas, «cambios en Política penitenciaria-Parot».
Pero la historia, en lo que se refiere a la
«doctrina Parot», empieza hace ahora siete años. El Gobierno socialista
negociaba con ETA en Oslo y las cosas no iban demasiado bien.
El 26 de septiembre de 2006, se incorpora a los
contactos por primera vez, el que los pistoleros, según el acta redactada por
ETA, denominan «GO4» (representante del Gobierno número cuatro) que, según
fuentes antiterroristas, era José Manuel Gómez Benítez, catedrático de Derecho
Penal y que dos años después sería nombrado, a propuesta del PSOE, miembro del
Consejo General del Poder Judicial.
Según el acta, manifestó lo siguiente sobre la
«doctrina Parot»: «Esperamos que el Tribunal Constitucional la declare
inconstitucional. En este sentido, ya estamos hablando con los componentes del
mismo». Toda una declaración de intenciones, que no se pudo cumplir, algo que
enfureció a los terroristas con las consecuencias de todos conocidas: además
del atentado contra la T-4, con dos personas muertas, los asesinatos que
siguieron después de la ruptura temporal y «formal» de las negociaciones.
La promesa, sin embargo, quedaba encima de la mesa y
estaba por medio el gran mentor de las negociaciones con ETA, Alfredo Pérez
Rubalcaba. Como ministro del Interior, ordenó una dura política antiterrorista
(«habrá más de 200 detenciones», y las hubo, bastantes más), hasta que
consideró que ya había «derrotado militarmente» a los pistoleros y se aprestó a
iniciar el nuevo «proceso», más con fines electoralistas que otra cosa. Como
intenta ahora, pretendía que Rajoy no contara con mayoría absoluta para
gobernar. El «proceso» quedó abortado al ganar los comicios generales el PP por
esa mayoría que el líder del PSOE trataba de evitar entonces gracias al «gran
éxito» de haber logrado el fin de la banda . Nadie se lo creyó entonces, nadie
se lo cree ahora.
Pérez Rubalcaba, al que nadie puede negar su
tremenda habilidad como político y negociador, había previsto, según las
citadas fuentes, además del de la presión sobre el Tribunal Constitucional (que
no se pronunció y validó la «doctrina Parot» hasta marzo de 2012, ya con el PP
en el poder), otros movimientos. Para ello, se echó mano de otro catedrático,
en este caso de Derecho Constitucional, Luis López Guerra, que había sido
secretario de Estado de Justicia entre 2004 y 2007, año en el que cesó para
cubrir la vacante que dejaba un magistrado español en el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos de Estrasburgo. En concreto, López Guerra fue elegido juez del
Tribunal en octubre de ese año, de entre los tres nombres propuestos por el
Ejecutivo, y empezó a ejercer como tal en febrero de 2008. Que la «doctrina
Parot» se presentara ante esta instancia judicial era cuestión de tiempo.
Llegado el momento, cuando hubo que fallar sobre el
recurso que la etarra Inés del Río Prada presentó contra la aplicación de la
«doctrina Parot», López Guerra que, como español, es conocedor del fenómeno de
ETA en su conjunto, fue uno de los que formó parte del tribunal y votó a favor
de la derogación y de dar la razón a la pistolera del «comando Madrid». Como
firmantes del fallo, hecho público en julio de 2012, aparecen otros
magistrados, a los que, al menos sobre el papel, hay que suponer un menor
conocimiento del problema del terrorismo etarra, ya que procedían de Andorra,
Rumanía, Armenia, Georgia, Eslovaquia y Holanda.
En el caso de que mañana el fallo de la Gran Sala
del Tribunal de Estrasburgo sea favorable a Inés del Río, la promesa realizada
en Oslo, en septiembre de 2006 (y reiterada durante el último «proceso»), se
habrá cumplido. Las víctimas del terrorismo ya han subrayado lo terrible que
sería una decisión en este sentido. Como dijo el ministro del Interior, Jorge
Fernández Díaz, al conocerse la sentencia que había contado con el voto
favorable de López Guerra: «Demuestra, como mínimo, una falta de sensibilidad
absolutamente lamentable, y me quedo ahí, porque puede haber algún miembro del
tribunal que podía haber advertido». López Guerra ha sido también diputado del
PSOE en la Asamblea de Madrid, vicepresidente del Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ) de 1996 a 2001 y, anteriormente, vicepresidente del
Constitucional entre 1992 y 1995.
¡Que gran verguenza para el PSOE y para Izquierda Unida!. Ahora que nos contarán de este lamentabilisimo hecho. Y que no digan que los grandes culpables de esta verguenza no son Zapatero y Rubalcaba; aunque estoy seguro que algún maricomplejines dirá eso de "Zapatero no tiene la culpa de todo, dejad de echarle la culpa a él". Y yo diré "pero no te das cuenta de que ellos todavía echan las culpas a Franco y a Aznar". Pero cómo los de derechas son tan bueniles, nos callaremos y dejaremos que UNA VEZ MÁS esta cuadrilla de impresentables consigan convencer a mucha gente, porque ser progresista y de izquierdas es apoyar que los asesinos, violadores, etc. salgan cuanto antes de la carcel para "reinsertarse en la sociedad".
ResponderEliminarYa lo dijo hace varios años, dirigiéndose al socialista Patxi López, uno de los que suena para sustituir al gran urdidor de maldad Rubalcaba, la madre del ertzaina asesinado por ETA Joseba Palazargountua: "Patxi, harás cosas que nos helarán la sangre"; y así ha sido, paso a paso, movimiento a movimiento, engaño tras engaño. Hoy los españoles tenemos una muy buena oportunidad para saber y conocer claramente a quien no queremos que nos gobiernen.
Será importante el caso Bárcenas, será importante el caso de los E.R.E., pero mucho más importante es el aperitivo de la semana pasada con el Caso Faisán y por supuesto es importantísimo lo que ha dictaminado, influenciado y contaminado por el juez socialista, el Tribunal de Estrasburgo.
Señores socialistas y comunistas (por cierto, el Régimen político bajo el cual han muerto más personas en el mundo), ¿qué nos dicen sobre esto?, ¿con qué patraña nos van a intentar ocultar lo que han perpetrado?. Apliquen su tan cacareada Memoria Histórica para las víctimas de los que pronto, muy pronto, estarán libremente en la calle; ahora quiero ver yo a los "progres", seguramente con buen sueldo y funcionarios, salir a las calles a manifestarse o a poner pancartas en sus ventanas.
De no ser así, serán corresponsables de semejante atropello que hoy se ha hecho realidad.
Los socialistas solo les interesan sus objetivos politicos, por encima del de las personas, a lo largo de la historia siempre han sido desleales con España.
ResponderEliminarQuien gobierna en España?
ResponderEliminarSi el gobierno actual acata la sentencia de Estrasburgo, será corresponsable.
Porqué Rajoy no ha cambiado la ley al pp le hace falta un cambio de líder ya
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