• Moliner prevé cerrar el próximo ejercicio con 95
millones de euros de deuda tras llegar a 140 millones por la imprevisión del
Gobierno socialista
El decidido trabajo impulsado por Javier Moliner
para reducir la deuda de la Diputación de Castellón está dando resultado a
pasos agigantados, hasta el punto de que el presupuesto que está elaborando
para 2013 garantizará una reducción de un tercio de la misma cuando se supere
el ecuador de la legislatura, concretamente un 32,2%. El objetivo es que
durante el próximo ejercicio se pueda rebajar la deuda en 15 millones de euros,
para cerrar 2013 con unos 95 millones frente a los 140 millones que la
institución debía en julio de 2011.
Este significativo esfuerzo por equilibrar las
cuentas de la Diputación ha dado resultado por la política de combinar
austeridad, renegociar casi todos los contratos a la baja ampliando las
prestaciones, mejorar la gestión de los servicios y multiplicar el efecto de
las partidas destinadas a inversiones. Tanto es así, que el encargo de mejorar
la eficiencia que hizo Moliner a Miguel Barrachina, vicepresidente responsable
del área de Hacienda, ha dado grandes frutos de inmediato.
Así, mientras que en julio de 2011 la deuda de la
Diputación de Castellón ascendía a casi 140 millones de euros, el año pasado se
cerró ya con una deuda de 133,7 millones de euros y que a 30 de septiembre de
2012 estará ya en unos 119,5 millones –una rebaja de 14 millones en apenas
nueve meses-. Pero el trabajo no termina aquí, ya que está previsto cerrar este
año con unos 110 millones de euros de deuda, que a finales de 2013 debería ser
de 95 millones de euros.
“La Diputación tiene una gran credibilidad hoy en
día porque está asumiendo importantes compromisos, pero que está cumpliendo. El
camino de la estabilidad financiera es el único para ser capaces de responder a
las necesidades, tanto de los ayuntamientos como de los sectores económicos de
la provincia, para salir ya de la crisis”, ha explicado Barrachina. De esos 15
millones de euros que la Diputación amortizará en 2013, 11,1 millones
corresponderán a pagos a los bancos y 3.862.000 euros son devoluciones al
estado.
Cada trimestre se realizan las amortizaciones de los
préstamos suscritos con una decena de entidades financieras, por lo que el 30
de septiembre se pagarán casi 2,7 millones de euros por este concepto. Además,
la Diputación está pagando mensualmente 675.682,83 euros al Gobierno para compensar sus errores en la financiación de
2008 y 2009.
Precisamente, esta mala previsión del Estado aquellos años, bajo
la presidencia del PSOE, es lo que ha
elevado de sobremanera la deuda de la Diputación, ya que tiene que devolverle
40 millones de euros que aportó de más, pero que ya se invirtieron en la
provincia.
De los 140 millones de euros que ha llegado a deber
la Diputación hace poco más de un año, hay que tener en cuenta que eran unos
100 con entidades financieras y otros 40 millones con el Estado, 31 de los
cuales, correspondientes a sobrepagos del Gobierno en 2009, se computaron como
deuda en julio de 2011.
La gestión que está llevando a cabo la Diputación no
sólo le está permitiendo acometer sus compromisos en los plazos previstos, sino
que además está anticipando devoluciones, como ya hizo el pasado noviembre, con
1.6 millones. Y como está previsto, también, realizar a final de este
ejercicio, con una cuantía en el entorno de los 11 millones de euros.
En la reunión mantenida el miércoles por Javier
Moliner con su equipo de Gobierno para elaborar ya los presupuestos para 2013,
les ha pedido que prioricen en sus partidas aquellas inversiones que supongan
una mayor rentabilidad económica para el conjunto de la provincia y la mejor prestación
de servicios a los ayuntamientos.
Aunque el Gobierno aún no ha establecido la
aportación que recibirá la Diputación de Castellón, que es la principal fuente
de ingresos de la institución provincial, con cerca de un 80%, por lo que se ha
comenzado a trabajar bajo la hipótesis de una reducción en torno al diez por
ciento –alrededor de 105 millones de euros frente a los 116 millones de 2012-.
"Tanto la Diputación de Castellón como la
totalidad de ayuntamientos de la provincia y el conjunto de las administraciones
en España, como ayer demostró el Consell valenciano con su reducción del
déficit, están dándole la vuelta a la aciaga situación de las administraciones
con el anterior Gobierno socialista", ha apuntado Barrachina.
El vicepresidente del área económica también ha
incidido en que "las reducciones del gasto público ya están dando su
efecto y, conforme las administraciones, entre ellas la Diputación, vayan
reduciendo su endeudamiento, comenzará a llegarles el dinero a los autónomos,
empresas y familias, procedente del crédito bancario que nosotros devolvemos.
Éste será el inicio de un circulo virtuoso en el cual habrá más liquidez y, en
el medio plazo, menores impuestos de las administraciones. Estamos avanzando
mucho, de nuevo, para que vuelva a crecer el empleo".
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