Rafael Calvo Calpe10 de julio de 2012 22:44 Hoy se cumplen 15 años que la banda terrorista de ETA, secuestraba al concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco, acabando con su vida 2 días después. No fué un secuestro ni un asesinato más, fué un clamor de toda España en contra de la barbarie, la sin razón por un vil asesinato, sino que se creó el espíritu de Ermua en defensa de los derechos básicos y democráticos de la Nación Española. ETA, quería poner de rodillas al Estado democrático, a la sociedad española, quiso como tantas veces hacer del vil asesinato su bandera reivindicativa, aborreciendo las reglas democráticas que los españoles habíamos elegido libremente. 15 años después la muerte de Miguel Ángel Blanco y mas de 1000 españoles más a manos de estos asesinos, no debe caer en el olvido ni en la resignación, desde el Estado de derecho y con la única arma como es la Democracia se les debe de perseguir, encarcelar y hacerles cumplir hasta el ultimo día de su condena, con la firme esperanza que un grupo de asesinos no pueden vencer a la libertad de muchos.
Rafael Calvo Calpe10 de julio de 2012 22:44
ResponderEliminarHoy se cumplen 15 años que la banda terrorista de ETA, secuestraba al concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco, acabando con su vida 2 días después. No fué un secuestro ni un asesinato más, fué un clamor de toda España en contra de la barbarie, la sin razón por un vil asesinato, sino que se creó el espíritu de Ermua en defensa de los derechos básicos y democráticos de la Nación Española.
ETA, quería poner de rodillas al Estado democrático, a la sociedad española, quiso como tantas veces hacer del vil asesinato su bandera reivindicativa, aborreciendo las reglas democráticas que los españoles habíamos elegido libremente.
15 años después la muerte de Miguel Ángel Blanco y mas de 1000 españoles más a manos de estos asesinos, no debe caer en el olvido ni en la resignación, desde el Estado de derecho y con la única arma como es la Democracia se les debe de perseguir, encarcelar y hacerles cumplir hasta el ultimo día de su condena, con la firme esperanza que un grupo de asesinos no pueden vencer a la libertad de muchos.