Parece
que el remordimiento de la conciencia no deja dormir a los socialistas
segorbinos, después que en el mandato de Zapatero se permitiese que el Banco de
España aceptara que las entidades bancarias pudiesen colocar a sus clientes un
producto como las Participaciones Preferentes, que ofrecían un buen interés y
una solidez y que hizo que muchos pequeños ahorradores decidiesen colocar sus ahorros en este
producto.